viernes, 7 de octubre de 2011

HONGOS ALUCINOGENOS

 Su ingesta, bajo la guía de un médico tradicional o un sicólogo, ofrece a los pacientes una visión panorámica y retrospectiva que los lleva a realizar un autoexamen de conciencia en el que pueden recordar los hechos más importantes de sus vidas.

Durante las tres o cuatro horas que dura el efecto de la ingesta, el paciente pasa por diversas etapas de introspección en donde sobresale un periodo de alucinaciones con el que hasta los sonidos pueden ser percibidos mediante colores intensos.

“Hay otra etapa muy larga de llanto, pero de un llanto no de dolor sino de liberación; y una de risa hilarante igualmente prolongada que también permite al paciente liberarse de preocupaciones y tensiones”, dijo el especialista.

Arroyo, quien usa el hongo sagrado en su práctica médica cotidiana desde los principios de los años 60, aseveró que en algunos pacientes este suele provocar premoniciones, desdoblamientos, adivinaciones, regresiones intrauterinas e incluso imágenes de “reencarnación”.

La investigación científica en la micología ritual fue frenada a finales de los años 60 y principios de los 70 cuando los jipis y el uso comercial del LSD –fármaco creado con el componente químico de los hongos alucinógenos europeos- “desacralizaron su uso y provocaron severas restricciones gubernamentales en México”.

Su ingesta, bajo la guía de un médico tradicional o un sicólogo, ofrece a los pacientes una visión panorámica y retrospectiva que los lleva a realizar un autoexamen de conciencia en el que pueden recordar los hechos más importantes de sus vidas.

Durante las tres o cuatro horas que dura el efecto de la ingesta, el paciente pasa por diversas etapas de introspección en donde sobresale un periodo de alucinaciones con el que hasta los sonidos pueden ser percibidos mediante colores intensos.

“Hay otra etapa muy larga de llanto, pero de un llanto no de dolor sino de liberación; y una de risa hilarante igualmente prolongada que también permite al paciente liberarse de preocupaciones y tensiones”, dijo el especialista.

Arroyo, quien usa el hongo sagrado en su práctica médica cotidiana desde los principios de los años 60, aseveró que en algunos pacientes este suele provocar premoniciones, desdoblamientos, adivinaciones, regresiones intrauterinas e incluso imágenes de “reencarnación”.

La investigación científica en la micología ritual fue frenada a finales de los años 60 y principios de los 70 cuando los jipis y el uso comercial del LSD –fármaco creado con el componente químico de los hongos alucinógenos europeos- “desacralizaron su uso y provocaron severas restricciones gubernamentales en México”.

 Daniel Job dijo que lo hongos no son plantas, sino entes orgánicos que surgieron hace 1,400 millones de años, que tienen una composición y estructura biológica más próxima a la de los animales que a la de los vegetales y que forman un “reino aparte”.

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